Graduado en 1881 se interesó en "las enfermedades de los nervios", se fue alejando de la neurología a la vez que llevaba a cabo su "autoanálisis", de cuya evolución da cuenta la correspondencia que mantuvo con un otorrinolaringólogo berlinés, Wilhelm Fliess, autor de raras teorías sobre la relación entre la mucosa nasal y los órganos genitales. En 1885 marchó a París para seguir los cursos de Charcot en la Salpétrière, estudiar sus teorías y familiarizarse con las técnicas hipnóticas empleadas por éste en el tratamiento del histerismo y de otros trastornos nerviosos.
Martha
fue un apoyo en potencia para Freud, ya que
él le reprochaba que ella reprimía algunos sentimientos u emociones negativas, a la vez también se lo agradecía
porque Sigy constantemente tenía que tratar con personas neuróticas en su
trabajo y solo llegaba a su casa a
descansar a encontrar a la esposa perfecta. En un momento de sus
investigaciones Freud probó la cocaína y le envió un poco a su amada para que
la probara, solo para hacer un experimento con ciertas
instrucciones tras descubrir que a él le hacía sentirse eufórico. Ella le
respondió que no la necesitaba, pero que la había probado y que no le había
disgustado. Ninguno de ellos se volvió adicto a la sustancia, aunque, hacia
1890, Freud consumía un poco de cocaína antes de las reuniones importantes.
de no haber sido por ella, se supone que Freud habría continuado con sus estudios médicos y no habría profundizado en el psicoanálisis.
de no haber sido por ella, se supone que Freud habría continuado con sus estudios médicos y no habría profundizado en el psicoanálisis.
Sigmund
Freud trabajó en el mismo sentido y publicó en 1895, con Breuer, Estudios sobre la histeria (Studien
über Hysterie). El sistema contenía en germen la terapéutica psicoanalítica
y había aclarado la existencia de conflictos ideoafectivos inconscientes como premisas
y causas de una condición neurótica; el traslado, en el síntoma, de energías
psíquicas no liberadas y, finalmente, la posibilidad técnica de un retorno de
la afectividad atascada a sus vías normales de flujo.
No
obstante, se presentaron dos problemas: primeramente, la posibilidad de una
técnica menos insegura que el hipnotismo para la debilitación de las
inhibiciones y la evocación de los recuerdos; en segundo lugar, la naturaleza
de las emociones y energías psicodinámicas en juego. A la primera cuestión
respondió Freud con la sustitución de la hipnosis por la técnica del
relajamiento y de las "asociaciones libres", según la cual el
paciente es invitado a hablar con absoluta libertad de cuanto llega a su mente
y a vincular una idea con otra sin un orden establecido previamente; solucionó
la segunda admitiendo en buena parte la naturaleza sexual de las emociones
relacionadas con las situaciones olvidadas.Llegados a este punto (1896-97) Breuer
y Freud acabaron por separarse.
Había
nacido el psicoanálisis freudiano, entendido como técnica de exploración del
subconsciente, psicoterapia y teoría psicológica general. Freud descubrió
sucesivamente que los contenidos alejados de la conciencia
("removidos") podían expresarse no sólo en los síntomas neuróticos,
sino asimismo en otros aspectos no meramente patológicos, y sobre todo en los
sueños (a cuya interpretación dedicó una obra fundamental,La interpretación
de los sueños, 1900) y en muchos actos insignificantes de la existencia
corriente (Psicopatología de la vida cotidiana, 1904).
La
sexualidad del adulto le pareció condicionada, singularmente en el neurótico,
por hechos y experiencias de la infancia; de la evolución del impulso sexual a
partir de la primera infancia trató en la obra Tres contribuciones a la teoría
sexual (1905). Más adelante,
Freud estableció la psicodinámica de los conflictos del subconsciente en la
interacción de tres componentes psíquicas de la personalidad: el Ello, el Yo y
el Super-Yo, cuya naturaleza y función describió en varios textos de su
madurez, Más allá del
principio del placer (1920), Psicología de las masas y análisis
del Yo (1921) y El Yo y el Ello (1923).
Al
principió, creyó que a los instintos sexuales se oponían impulsos de
autoafirmación, que denominó "instintos del Yo"; posteriormente
describió los conflictos instintivos fundamentales en términos de amor y
destrucción ("Instintos del Eros" e "instintos de la
muerte"). Ciertas relaciones entre las manifestaciones neuróticas y las
costumbres de los pueblos salvajes le indujeron a estudiar algunos problemas
importantes de la psiquis primitiva; apareció así en 1913 la obra Totem y Tabú, que aclara varios
de los más arcaicos mecanismos del subconsciente.
Apartir
de los estudios de Freud en 1910
fundaron la Asociación Psicoanalítica
Internacional y los primeros periódicos dedicados exclusivamente al
psicoanálisis.
Las
lecciones que dio Freud en la Universidad de Viena durante los años de la
primera Guerra Mundial fueron reunidas por él mismo en Lecciones de introducción al
psicoanálisis. En 1920, tras
dieciocho años pasados como encargado de curso, Freud, a los sesenta y cuatro,
había sido nombrado finalmente profesor ordinario de la Universidad de Viena.
En 1930 se le concede el premio Goethe de la ciudad de Francfort.
Ocupada
Austria por los alemanes (1938), Freud que era israelita, se vio obligado a
expatriarse y marchó, con algunos familiares y discípulos, a Londres, donde
murió al año siguiente. En la última etapa de su vida consagró una atención
cada vez mayor a los problemas sociales, religiosos y políticos; aparecieron,
así, El malestar en la
civilización (1903) yMoisés
y el monoteísmo (1939).
Verdadero gigante del intelecto y hombre de suprema integridad moral y
científica, Freud pertenece al exiguo número de aquellos que han transformado
toda una cultura y cambiado el curso de la historia del pensamiento.